El graffiti es el reflejo de una gran riqueza y diversidad cultural. Medio de comunicación urbano por excelencia, empezó siendo considerado como una práctica ilegal y contestataria desde la época romana para luego ir adquiriendo en la actualidad un reconocimiento creciente en diferentes disciplinas.
A
finales de los sesenta los adolescentes en la ciudad de Nueva
York empezaron a escribir sus nombres en las paredes de sus
barrios, aunque en realidad utilizaban pseudónimos,
creandose así una identidad propia en la calle. Estos
chicos escribían para sus amigos o incluso para sus
enemigos
El graffiti ha estado siempre muy mal visto por mucha gente, y a su vez
sobrevalorado por otros. Muchos critican que con ello se ensucian las
ciudades, mientras que otros, consideran que es arte callejero. Algunos explotan con éxito las posibilidades plásticas del grafiti, pero
no todo el que pinta garabatos en la fachada de un edificio es un
artista.
Escribir y dibujar en los muros del espacio público son prácticas muy antiguas.
Evolución del Graffiti